Los niños de 2º de infantil me han repetido muchas veces que a la iglesia podemos entrar todos: los altos, los bajos, los gordos, los flacos, los que tienen gafas y los que no, los que tienen pelo largo y los que lo tienen corto ...
Y para demostrármelo, se han dibujado y se han puesto en la iglesia. Si os fijáis, están de todas formas y tamaños: grandes, pequeños, con gafas, sin ellas, con pelos largos y cortos, niños y niñas ... y la puerta está abierta porque ¡cabemos todos!